Un total de 77.0000 millones de euros. Esa es la cantidad que se dejan en España los turistas que nos visitan cada año. Sin embargo, desde hace unos meses, un comando progresista ha caído en el detalle de que estos tipos, en lugar de hacer una transferencia bancaria y quedarse en sus países con unas cuantas fotografías, se trasladan hasta aquí, y pagan la cuenta en los restaurantes, la estancia en los hoteles, los vehículos de transporte que les llevan de un sitio a otro, los regalos y las compras que llevan a cabo en los comercios, etcétera, etcétera.
¿Y? Bueno, el comando progresista ha descubierto que desgastan las aceras, inundan las terrazas, llenan las plazas de toros, entran a los museos, y se pasan la mayor parte del día en la calle viendo monumentos y cosas así.
Los hay también que se alojan en un hotel de playa y, por la noche, como no tienen que madrugar, se acuestan tarde y causan molestias a los vecinos.
El comando progresista en acción ha descubierto que el dinero que se dejan aquí tienen como contrapartida venir personalmente a España, y han llegado a la conclusión de que el turismo está deteriorando España.
La verdad es que sin esos 77.000 millones de euros anuales, no sé cómo íbamos a pagar la gasolina, o sí lo sé: más cara, lo cual haría que disminuyese el tráfico, se descontaminarían las calles, habría menos ruido y seríamos más pobres, pero estaríamos más tranquilos.
El comando progresista en acción ha descubierto que los viajes se han masificado, es decir, que se han socializado. A principios del siglo XX, solo viajaban los científicos por razones profesionales, los ricos por casa, y los ingleses, que siempre han viajado a todas partes.
Ese viaje romántico al alcance de unos pocos se ha socializado y los comandos progresistas, que lo quieren socializar todo, incluso la banca, en lugar de alegrarse están muy tristes por la socialización, cosa que no entiendo.
Más aún: un miembro del comando ha recordado que esto del turismo empezó con Franco. Pues nada, a ver cómo hacemos para renunciar a los 77.000 millones de euros, no se vayan a creer que somos franquistas.