Le ha cogido Albert Rivera un cierto gusto a dejar plantado a Pedro Sánchez. Si no cambian mucho las cosas, todo parece indicar que de nuevo el líder de Ciudadanos no acudirá a la reunión con el presidente en funciones en la ronda de encuentros para intentar su investidura. Y, en el fondo, tiene cierta razón Rivera. A estas alturas no hay nada que pueda hacer o decir Sánchez que le vaya a hacer cambiar de opinión, por ello, se ahorra el papelón de pasar un par de horitas hablando del tiempo con el inquilino interino de La Moncloa. A estas alturas, ya se sabe que Cs también votará no en septiembre.