Hay que reconocer que la alcaldesa coruñesa, Inés Rey, ha realizado una jugada maestra. El jueves, el Pleno dio su aprobación inicial a los presupuestos. Todo un triunfo negociador, teniendo en cuenta que no tiene mayoría absoluta. Sin embargo, su maestría no ha radicado en su mano izquierda para el diálogo. Lo increíble es que sus “aliados” no vieran lo que vio el interventor, que puso reparos al “exceso de optimismo” en el capítulo de ingresos. Una triquiñuela que le sirve a los socialistas para blindar unos supuestos presupuestos prorrogados en los que podría subir el gasto. Casi nada...