EL exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares domina más palos que el juridico y el musical. Pese a su aspecto de miñaxoia, ¡cómo se la ha colado a Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, y a su alter ego –o su mismo ego, quién lo sabe– Iago Martínez. Ambos siguen agarrados a su simple tautología –piensan que es un sesudo pensamiento– y de ahí no hay quien los apee: La confluencia es buena. ¿Por qué es buena? Porque es buena. Y, claro, así les pasa lo que les pasa. Están que arrabean y ya empiezan a pensar que qué es eso de comprar una coctelera de diseño, meter de todo en ella, agitar con fuerza y de repente, ¡zas!, que ya no mandamos, tú; que nos la han metido hasta la empuñadura. Es verdad que con Villares han colaborado Yoli Díaz y Tone Gómez-Reino, el pijo coruñés que para intentar ocultar sus orígenes firmó a favor de la liberación del sanguinario De Juana Chaos, submarinos madrileños al servicio del hombre de la coleta y envidiables conspiradores, pero aun así... En fin, otra derrota de la invencible pareja, que últimamente no gana ni las cañas a los chinos. FOTO: los derrotados martínez y ferreiro | aig