A un tipo normal lo denuncia un policía local por tener el coche mal aparcado; o el fontanero, si han pasado siete años desde que le cambió las tuberías del cuarto de baño y no le ha pagado ni un patacón, pero no lo denuncia una actriz porno. A feixes y feixes de tipos normales les encantaría encontrarse con una demanda así; anda que no iban a presumir ni nada en el bar de la esquina, pero, en cambio, a Donald Trump sí le ha plantado una denuncia una estrella del cine para adultos –¡vaya cursilada de eufemismo!–. Stormy Daniels, examante del magnate –¡qué cuidado hay que tener para que no se bailen las letras y escribir mangante!– pretende que el juez anule el acuerdo de confidencialidad al que llegó con el presidente, ya que él nunca llegó a firmarlo. Ni echar un garabato... Si no pensase tanto con la entrepierna, mejor le iría.