SI lo de la psicomotriz Claudia Delso, miembro destacado del pelotón de los torpes de la Marea, nasía pa’ganá, –tan solo un concejal está fuera de esa categoría–, con los presupuestos participativos es delirante –ya pospuso para el próximo años las inicitivas de este, de las cuales tan solo dos se hicieron realidad–, lo de Santiago es para que el Libro Guinness de los Récords le dedique un capítulo especial. Si en las votaciones ya se montó un revuelo que parecía un acción sorpresa de los okupas de Eskarnio y Maldizer, pues se suplantaron un montón de personalidades, ahora la Marea del Sar presenta como “línea complementaria” un reajuste de los proyecto, ya que se sumaron mal los votos. Si no fuese porque los mareantes, de aquí, de allá y de acolá, llegan al éxtasis con las iniciativas participativas –de algún placer han de disfrutar– había que suprimirlas.