Cada día nos sorprendemos con los miles de multas que las Fuerzas de Seguridad imponen cada día a los que se saltan alegremente el confinamiento (algunos de los sancionados son muy ilustres, por cierto). Sin embargo, lo que no sabíamos hasta ahora es que buena parte de esos castigos se quedarán en nada debido a que las cosas no funcionan todo lo bien que debieran entre Interior y Justicia. La cuestión es que los servicios están absolutamente saturados, con lo cual, muchas ni se tramitarán y a esto hay que añadirle la discrepancia de criterio que defiende Interior frente a los servicios jurídicos del Estado, que consideran que en muchos casos se está sobrepasando el nivel de lo razonable. Ya veremos qué pasa al final.