Ya están en campaña

on el Gobierno central celebrando sus veinticuatro días de vida y sobresaltos y la Xunta de Compostela preparando las elecciones de mayo, llegan noticias del CIS donde, dicen los que salen mal en la foto, ganan los que están allí y lo tienen crudo los que transitan por aquí, añaden otros datos más importantes: el personal está harto de los políticos y la credibilidad de quienes nos mandan está por los suelos. 
Con todo y con eso, nuestros políticos ya “marcan” territorio y por aquí y por allá suenan los clarines que anuncian próximas batallas. Armas al hombro, que nos dicen que “la menor del clan Le Pen” desembarca en España de la mano de Vox. 
Por su parte el dúo que lleva el timón se enfrenta a la galerna que le llega de todos los sitios –no se rompe España pero en el Partido Socialista hay rotos y descosidos– padece “disonancias” en declaraciones de vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, pues forman parte del juego democrático y reconoce que “todos van a tener que ceder mucho”, con lo que nos ponemos en lo peor. 
Por si acaso Pedro Sánchez blinda su postura en el partido reforzando con sus próximos la dirección federal muy criticada por Alfonso Guerra, Felipe González y su círculo más fiel. ¿Qué pasará? Pues para unos “cuerpo a tierra que vienen los nuestros y para otros más prácticos “fuera hace más frío…”
Inés Arrimadas anima ahora a los suyos a las alianza con los populares que rechazó en su día Rivera –volver a España Suma– pero al señor Feijóo no le gusta. Y le gusta menos aún que muchos de sus colegas de bando y sigue sin deshojar la margarita de me presento, no me presento mientras sus fieles lo dan por hecho y anuncia una fecha: después del verano.
En la otra orilla se busca una unión de la izquierda y los nacionalistas pero la respuesta, de momento, es un veremos .Como casi siempre el problema llegará a la hora de confeccionar las listas ¡que hay mucho listo!
Y a todo esto España es el tercer país de Europa con más trabajadores en riesgo de pobreza, y en Galicia salario está por debajo de la media. Millón y medio de gallegos no llegan a mileuristas y la precariedad en el empleo es de las más altas. Ah, créanlo o no: Dicen que disfrutamos de un bienestar que roza la excelencia en sanidad y seguridad. Otros que están en campaña.

Ya están en campaña

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