Resistir es ganar

De acuerdo, estamos rodeados. Echemos una “mirada” al espectáculo que ofrecen nuestros políticos. Hay que empezar por los chapoteos en la charca madrileña, a la que, recientemente, se han unido dos expresidentas y la actual, Díaz Ayuso, está en el borde al investigar la justicia su participación en la “Púnica”, otra estafa conocida, al encontrar los investigadores correos comprometidos sobre pagos de escasa explicación… que por eso no cuentan, pues, dixit, son correos de hace ocho años. Se van conociendo además datos de otros ciudadanos a los que Avalmadrid les embargó los sueldos. Claro que no eran del PP…

Hay que dedicar unos párrafos a la reciente función en el Parlamento de la Carrera de San Jerónimo: los que no se contentaron con un gobierno de coalición con vicepresidencia incluida, lo pedían en la ¿ultima? reunión. Los ofertantes poco después se venían atrás. Alguien los retrató con nota: dos adolescentes jugando con cuarenta y tantos millones de ciudadanos. Seguramente tendrán castigo y penitencia. Y nosotros, también. Son millones los ciudadanos que depositaron su confianza en la izquierda para que pusiera en marcha políticas solidarias y se sienten desilusionados, engañados e impotentes sin entender que unos y otros por culpa de su ego estafen al país y a la ciudadanía. Hay que resistir para ganar.

Y aquí también llegaron los vientos del cambio. Después de la pasada galerna los restos de En Marea se organizan tras el naufragio en las pasadas elecciones. Así pues Podemos, Anova y Esquerda Unida forman lo que será Grupo Común da Esquerda, tras la marcha de Luís Villares y otros tres diputados al grupo mixto. Los otros diez se agrupan con Manuel Lago como portavoz acompañado por Carmen Castro y Luca Chao (procedentes de Podemos) más Antón Sánchez de Anova. El BNG bajo el lema “facer valer Galiza” puede ser –amén de mantener su propio ideario–otro punto de encuentro para la oposición donde también estará el grupo de Villares –En Marea– con cuatro diputados. El PSOE,  que quiere plantear las bases para un gobierno progresista, estará en esa “pelea”. Y, por la otra banda, el PP está a la espera de conocer si Feijóo repite su plan de ponerse de perfil en relación con sus colegas de Madrid, puesto qeue aquello cheira que fede. Son malos tiempos para la lírica. 

Por unos días bajo la persiana. Nos veremos a finales de mes. 

Resistiremos que esto puede arreglarse: malo será ¿no?

Resistir es ganar

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