NO se trata de que los coruñeses pudieran ver a la alcaldesa de Barcelona practicando el parapente en el monte de San Pedro, sino del hecho de que fue la estrella invitada en el mitin de En Marea ayer en los jardines de Méndez Núñez. Colau, que vino para arropar al candidato a la Xunta Luís Villares, estuvo acompañada de sus colegas trivagos. La presencia de la estrella catalana de Podemos no despertó tanta expectación como podría parecer en un principio y solo reunió a medio millar de personas, según unas fuentes, y a un millar, según otras. La alcaldesa dijo que venía a escuchar y aprender del pueblo gallego, al que alabó por haber dicho “nunca máis al chapapote”, aunque alguno pensara que tenía que actualizar su discurso. La paracaidista también habló del miedo de los poderosos al desembarco de las políticas rupturistas de izquierda y acusó “a los que siempre han mandado” de utilizar una estrategia de desgaste con las mareas. El desgaste será el de la oposición porque, en lo que se refiere a gestión mareante, no es que le hayan dado demasiado uso. “Solos no podremos, pero con amigos estamos demostrando que sí se puede”, añadió Colau en un didáctico mensaje que tanto se podría utilizar para un mitin como para la hora de repartir los bocadillos en la guardería.