El candidato a las primarias del PSOE, Pedro Sánchez, presentó el lunes en Madrid su programa. Dice el ex secretario general de los socialistas que quiere una nueva socialdemocracia, sin embargo leyendo su documento sus recetas en materia económica son antiguas, rancias y sobre todo fracasadas. Dejando al margen que su intención es crear una alianza con Podemos y los sindicatos, que ya es buscar aliados débiles o peligrosos para el futuro de este país. Una alianza que, por cierto, al menos en lo que se refiere a Podemos, ya su partido le dijo que no y tuvo que irse.
Pero volviendo a la materia económica, es increíble que con la que ha caído con las Cajas de Ahorros, la de millones de euros que le ha costado a los españoles su rescate, alguien en su sano juicio pida que se cree otra vez una banca pública dirigida por políticos afines, aunque se le llame banca cooperativa. ¿De qué se trata, de dar otra vez crédito a quien pueda o no pueda pagarlo? ¿A quién el político de turno le pida que se lo de? ¿Ha preguntado el señor Sánchez en el ICO a cuánto asciende la morosidad? ¿Vamos de nuevo todos los españoles a pagar los créditos de quien los pide y quien se los da a sabiendas de las dificultades para devolver lo solicitado? Creo que ya hemos tenido bastante de esto, tanto que ahora se quiere crear por estos mismos una comisión de investigación sobre el rescate al sistema financiero, básicamente Cajas de Ahorros presididas por políticos.
La otra idea de Sánchez es igualmente negativa. El ex secretario general del PSOE quiere solucionar el desempleo, el de ahora y el que generen los robots, trabajando menos horas y cobrando lo mismo. Aquí también debe creer que el dinero crece en los árboles. Habla de jornadas de 30 horas y para compensar a los que se queden desprotegidos algo parecido a una renta básica. Supongo que toda esta fiesta cree que la van a pagar los ricos con más impuestos, algo que ya está “archidemostrado” que no es así. Como le gusta decir a Daniel Lacalle, si creas un infierno fiscal, la gente intenta irse a un paraíso fiscal. No se queda para asistir a su machaque. Los ciudadanos se van, las empresas se van y hundes la economía, la inversión y el mercado laboral. Pero, esto no parece importarle a Sánchez que ha decidido volver para vendernos un programa fracasado y unas amistades peligrosas.