Investigadores de la Universidad Nacional de Singapur han llegado a la conclusión de que beber té de forma regular mejora la función cognitiva y la salud del cerebro. Y añaden que su consumo tiene un efecto protector contra la disminución de la organización cerebral relacionada con la edad. Será verdad si ellos lo dicen, pero también debe de ser verdad que Boris Johnson no cumplió en su vida la tradición del té de las cinco, porque tiene el cerebro desarreglado dabondo. Su confesión de que se siente el increíble Hulk es la mejor prueba. ¿O será que se atiborra a té verde? ¿Quién sabe?