He leído con mucho interés la entrevista con D. Eduardo Picallo publicada recientemente en el Diario de Ferrol, en la que expone la necesidad de poner en marcha la construcción de un nuevo LHD en Ferrol.
En este momento en el que se ha anunciado la buena noticia de que se van a construir cuatro petroleros en el astillero de Navantia en Puerto Real, programa en el que participará la factoría de Ferrol fabricando algunos módulos, quisiera hacer hincapié sobre la necesidad imperiosa que sigue habiendo de iniciar nuevas construcciones que permitan mantener las capacidades de construcción naval militar en Navantia y especialmente en el Astillero de Ferrol.
La construcción naval militar es una industria estratégica para España y ha alcanzado en los últimos años un nivel de madurez tecnológica que nos ha permitido aumentar nuestra autonomía en los programas navales. De acuerdo con las manifestaciones del Secretario de Estado de Defensa y del propio Ministro, el objetivo de su ministerio es conseguir la máxima autonomía y soberanía de nuestra industria en los programas militares. Esto sólo podremos hacerlo si mantenemos suficiente actividad de construcción naval militar en los astilleros.
Fruto del esfuerzo conjunto de la Armada y de Navantia han sido programas tan importantes como las fragatas de la clase Álvaro de Bazán y el LHD “Juan Carlos I”, por citar únicamente los más recientes.
Como consecuencia de estos programas, Navantia ha sido capaz de competir en el mercado internacional ganando contratos tan importantes como el de las fragatas para Noruega y Australia y los LHD para Australia y Turquía, en competencia con los principales astilleros del mundo.
Aquí es donde está el futuro de Navantia. Es en este tipo de programas donde hemos sido y somos capaces de competir internacionalmente y de dar el mejor servicio a la Armada construyendo los buques que España necesita. Creo que en esto coincidirán los trabajadores y directivos de Navantia, los sindicatos y todas las personas que tengan interés en este asunto.
Mirando hacia el futuro inmediato, el principal programa que tiene el astillero de Ferrol es el de las fragatas F-110 para la Armada. Serán cinco fragatas, con un coste estimado para el programa de 5.000 millones de euros, incluyendo municiones, infraestructura y sostenimiento. Se trata de un programa ambicioso, muy complejo y costoso en el que se va a avanzar en participación de la industria española con el objetivo citado de conseguir la máxima autonomía y soberanía.
De acuerdo con el calendario que maneja el Ministerio de Defensa, el comienzo de la construcción se produciría en 2019, poniéndose la quilla de las primeras fragatas en 2020. Para abordar con garantías de éxito este programa o cualquier otro de exportación que Navantia pudiera conseguir como consecuencia del enorme esfuerzo comercial que Navantia está realizando, es necesario mantener vivos y actualizados los conocimientos y capacidades en construcción naval militar. Por ello coincido plenamente con el Sr. Picallo en que la solución que se debe abordar de manera inmediata es que el Gobierno autorice la construcción de un nuevo LHD en el Astillero de Ferrol.
Finalmente quiero recordar que estamos inmersos en un proceso lento pero imparable de creación de un mercado común europeo de la defensa. Si no somos fuertes y no estamos preparados seremos literalmente barridos en este futuro mercado.
(*) Luis Abad es ingeniero naval