Ahora que tantos opinadores hablan de la abstención esa (acción de abstenerse), e incluso algún imbécil (conozco uno), se atreve a criticar y ofender a ciudadanos por no querer votar, creo que conviene sentar conceptos. Mientras muchos españoles se tienen que abstener de trabajar por “imposición coyuntural”, y otros muchos tienen que abstenerse de comer carne, pescado, fruta (no digamos caviar tipo Blesa), de medicamentos, estudios¡ y otros asuntos sin importancia, como pagar sus hipotecas y/o alquileres, y recibos de energías diversas, no es de extrañar –incluso me parece lógico- que se abstengan de votar. Cuando uno está hasta los huevos de tanto pisoteo institucional, lo menos que puede hacer es no votar. Menos mal que estamos en España, y no en Estados Unidos, donde cuando a alguien se le hinchan las pelotas va a una armería, se sirve bien, y no se abstiene de usar cualquier trozo de hierro con culata.