TONI Leblanc interpretó una vez a Pepe Fernández –quizá en más de una, porque tampoco se trata de un nombre tan raro–, el cliente de un bar que aspiraba a llegar a la Luna. La película, titulada “El astronauta”, era una típica comedia española de los setenta, rodada poco después del alunizaje del Apolo XI. Ahora, casi cincuenta años después, Mick Hughes, un estadounidese, pirado perdido, ha construido su propio cohete con el que pretende lanzarse a 550 metros de altura y hacer unas fotografías para demostrar que la Tierra es plana... A lo mejor aún acaba protagonizando una película de Santiago Segura. FOTO: mick hughes, con su cohete | twitter