El saneamiento de A Malata es solo parcial, que lo sepan

La nueva obra de saneamiento es solo “parcial” aunque quieran vendernos otra cosa.
Es solo parcial por que si bien los lodos procedentes de las aguas pluviales y otros contaminantes terrestres parece que van a ser eliminados mediante la instalación de tres tanques de tormentas, no sucede lo mismo con las aguas fecales y del alcantarillado las cuales se vierten directamente a los ríos de A Sardiña y Os Corrais y estos evacuan su cauce directamente al mar,  y así seguirán, mientras no se haga nada para evitarlos. 
A Malata es desde siempre, o casi, un depósito de residuos, lodos y metales y por el momento así seguimos. Bueno pues parece que ahora van a atajar el problema, al menos en parte, con las nuevas estaciones de bombeo que instalaran a lo largo de la ribera de A Malata y A Cabana gracias a la subvención aportada por la Xunta para acometer el “futuro” saneamiento de la ensenada. 
 La actividad naval seguramente sea el mayor problema que desde siempre aquejó a nuestra ría, aunque por razones lógicas de corrientes y mareas, unas zonas se ven más afectadas que otras por los efectos contaminantes de esta actividad, que presumo irreversible, y tal nos vale, porque si no, que sería de ferroliño. 
La actividad naval disminuyó alarmantemente en los últimos años, tanto que la misma se encuentra en mínimos históricos y sin visos de solución por el momento, encontrarnos en esta situación que duda cabe es contraproducente para el normal desenvolvimiento ferrolano, pero también lo es que de cara a la sostenibilidad medioambiental sucede justo lo contrario, es de agradecer, lo que bien mirado hace cierto aquello de que <no hay mal que por bien no venga>. Los residuos sólidos de metales , pinturas y otros sedimentos varios, todos ellos venenosos, procedentes de la industria naval disminuyeron proporcionalmente a la disminución de la actividad en los grandes astilleros, si, digo grandes porque últimamente se reinició la actividad en un par de pequeños astilleros existentes en la ría, esto, que en sí mismo no es malo, sino todo lo contrario, no hace sino incrementar nuevamente los valores de residuos vertidos al mar sin que se hayan tomado las medidas necesarias para evitarlos.  
 A Malata es, debemos reconocerlo y así está documentado por estudios científicos, hoy por hoy un basurero, que está catalogado como zona “C” para el marisqueo, quiere esto decir que el marisco que ahí pueda haber “no es apto para el consumo”. Es desde siempre, o casi, un depósito de residuos, lodos y metales, y por el momento así seguimos. Bueno pues parece que ahora van a atajar el problema, al menos en parte, con las nuevas estaciones de bombeo que instalaran a lo largo de la ribera de A Malata y A Cabana gracias a la subvención aportada por la Xunta para acometer el “futuro” saneamiento de la ensenada. 
La contaminación de A Malata está provocada desde siempre por tres elementos esencialmente: residuos industriales de astilleros y otros, los residuos orgánicos del alcantarillado-fecales vertidos a los ríos y finalmente residuos en forma de lodos, tierra y abonos de la misma. Los últimos serán eliminados por unos tanques de tormenta previstos en la obra y el paso posterior del agua pre filtrada por la depuradora.  Pero que sucede con los dos primeros, pues nada, y nunca mejor dicho, ahí seguirán contaminando A Malata.
Por si esto fuera poco, en nada, de hecho ya comenzaron las obras, tendremos en A Malata “un hermoso” viaducto  que sobrevolará la ría para enlazar con el túnel que cruzando o Cha de Brión serán parte de la ruta elegida para llevar el tren hasta Caneliñas. La obra que si bien es cierto parece necesaria, también lo es que habiendo otra alternativa cuyo impacto ambiental seria menos acusado se optó por esta argumentando razones de coste de la obra. 
El impacto visual que provocará la obra en la ensenada ni siquiera fue tenido en consideración por nadie, ni por los detractores del proyecto ni por sus promotores. La estética de la dársena de A Malata, con marea baja al menos, es como poco discutible, pero aun considerando el “duro” impacto estético, que no ambiental,  que produce,  este no es en nada comparable con el que producirá el viaducto sobre la ría. 
Tendremos entonces una Malata con un fondo altamente contaminado y que seguirá recibiendo los residuos industriales del entorno y por si ello fuera poco, en  breve tendremos sobre ella un viaducto que dará al traste con lo único que hasta el momento, tal como están las cosas, era digno de preservar, el impacto visual de la misma. Hasta eso nos van a quitar con la nueva construcción, el disfrute de la panorámica que hasta ahora tenemos. 
El tren como los pequeños astilleros que últimamente funcionan en la ría son síntoma de progreso,  pero el coste que su instalación supone se me antoja insufrible y si por un lado la instalación de los tanques de tormentas disminuirán una parte de los efectos contaminantes, los residuos industriales del fondo marino ahí seguirán todavía, por el otro vendrán con el viaducto a empeorar la situación. 

 

El saneamiento de A Malata es solo parcial, que lo sepan

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