o dijo Antonio Machado: “Una de la dos Españas ha de “helarte la razón”, -Hubo violencia, dice una. -No hubo violencia, dice la otra.; y en esas estamos. Sería bueno que la jueza del asunto dijera cuántos detenidos hubo, y juzgados y condenados hay, por la violencia esa. ¿Dos mil, doscientos, veinte, dos? ¡Venga coño! no se reprima y diga cuántos! Quizá hubo violencia por parte de algún cuerpo de esos, que hasta molestó en Europa.
En el franquismo, a una carga policial sobre “delincuentes sociales” seguía una purga judicial. Tal parece que quedan resabios de aquello. Diego López Garrido, exdiputado de IU y redactor del artículo sobre rebelión y sedición del código penal de 1995 (texto con supervisado final de la RAE, para no dejar lugar a interpretaciones erróneas), dice: “No hay delitos de rebelión ni sedición cometidos por los políticos catalanes encarcelados, sino desobediencia y prevaricación, no penados con cárcel”. ¿Ño sabrá él?