TXInternet abre un universo que bien utilizado favorece el flujo de información prácticamente a tiempo real. La posibilidad de que desde un simple teléfono se pueda acceder a casi todo lo imaginable ha hecho que muchas personas se animen a crear páginas web o blogs para dar rienda suelta a sus virtudes, al talento y también, por qué no decirlo, a la bazofia. Algunos disfrazan estos sitios de periódicos e “informan” a quienes quieran acceder, lo cual no me parece mal, porque el lector, en definitiva, es quien elige la forma mediante la cual prefiere acceder a la actualidad o a cualquier otro contenido que le interese en un momento determinado. El problema puede surgir cuando se da por verídico todo lo que se ahí se cuelga, ya que, en líneas generales, estos blogs no cuentan con los parámetros de calidad y contraste propios de un periodista profesional ejercido en un medio convencional. Aún así se producen algunos errores, así que imagínense. Todo el mundo puede aportar algo, pero hay límites. Algunos dirán que como existe un público expectante y que si no tuvieran visitas, esos sitios cerrarían. Cierto, pero si esta consideración es real, entonces el problema es otro. Y muy serio, porque tarde o temprano todos seremos víctimas de alguien que, bajo el anonimato, juega sucio.