La Filarmónica en marcha

La Sociedad Filarmónica Ferrolana acaba de iniciar la nueva temporada 2016-17 con un concierto de mano de la Real Filharmonía de Galicia, la orquesta que nació en 1996 gracias al empeño de Xerardo Estévez y de su director asociado, Maximino Zumalave, que acaba de recibir hace apenas unas semanas el Premio da Cultura Galega (a Dios lo que es de Dios y al césar lo que es del césar),orquesta  con músicos de primera talla que interpretaron un programa atractivo y diverso. Decía Bartók que “el compositor no utiliza melodías campesinas genuinas, sino que inventa algo parecido a una melodía campesina”, testimonio de este pensamiento son sus Danzas Rumanas, suite de seis miniaturas que escuchamos al principio en versión para cuerda y en las que el violín de la concertino, Adriana Winkler, brilló alcanzando un lirismo irrepetible. A través de sus seis movimientos representa bailes diferentes entroncados con una honda raíz popular de melodías de personal estilo y giros inusuales planteados en un crescendo continuo, desde su plácido comienzo hasta la gran complejidad de ritmos marcados y tensos. De Vivaldi, “il prete rosso”, escuchamos el Concierto para violoncello en si menor, con el magnífico Thomas Piel como solista. 
En un lenguaje más contemporáneo la Elegía del italiano Enrico Mainardi. Ya en la segunda parte, la música de Dvorák, el compositor de Bohemia considerado como principal representante del nacionalismo checo. De él, escuchamos la Serenata en mi M, una de sus obras orquestales más “populares”, en la que la Filharmonía fue interpretando de manera magistral sus cinco movimientos: El Moderato, en estilo cantábile, el Menuetto, el vigoroso Scherzo, el melancólico Larghetto, de fluidas melodías y frases tiernas y la vivacidad del Allegro Vivace final. La nueva temporada de la Filarmónica Ferrolana no podía empezar de mejor manera… Seguiremos atentos a su prometedor discurso...
 

La Filarmónica en marcha

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