En los últimos meses se está notando un repunte de la producción de crudo de determinados países, entre los cuales se encuentra Arabia Saudí, Estados Unidos, Nigeria y también comienza a sumarse Irán, en cuanto a un alza del bombero de crudo, que hace bajar el precio en los mercados internacionales de esta materia prima, de modo que pese a los esfuerzos de la OPEP, por recortar la producción, se está encontrando que otros países aúnan esfuerzos en evitar el monopolio que esta organización acumuló durante varios decenios y está llevando a aquellos países el desconcierto en sus economías, basadas en los dólares de los mercados bursátiles de las materias primas, lo que redunda en beneficio de la exportación de los países que no forman parte del convenio de la OPEP y perjudican seriamente a aquellos. Que sí lo son y basan sus ingresos económicos fundamentalmente en la exportación del crudo.
El precio del barril Brent, ha bajado en apenas una semana más del 10% en su cotización, al caer desde los 56-58 dólares hasta rondar los 50 dólares el barril, cota que si la perfora puede irse a cerca de los 42-45 dólares, en un primer intento, antes de encontrar suelo, en su caída, el cual oscila entre los 33-38 dólares, que si los perdiese, podía irse a la cota de los 25 dólares, parece que esto de momento no es posible, pero si mantenerse en el rango indicado de entre los 46 y 52 dólares el barril.
Pero si hasta aquí es fácil explicar la situación petrolera, en su extracción y precio volátil, teniendo en cuenta que un barril de crudo cuesta tan sólo entre 10 y 12 dólares, no es fácil de explicar lo que acontece en la venta del refino en las gasolineras, que tiene unos precios que no se ajusta a la realidad del mercado actual, pero tampoco hay nadie que investigue los movimientos de los entresijos de estos pool económicos, que a su vez son muy poderosos y tienen en sus manos la potestad energética de todo un país, que puede verse paralizado en un instante, si deciden suspender por los motivos que aduzcan, el trabajo de refino de los diversos productos que tratan en sus líneas productivas.
Una vez analizado todo el sistema, hayamos que los precios de venta al por menor en la gasolinera están fuera de control, y se notan que cuando baja la materia prima, el precio de la gasolina en el punto de repostar, baja como una pluma y muy lentamente, pero a la hora de subir el crudo con pago a tres meses vista, la tarifa de los distintos carburantes, sube de forma expedita, es decir como si le inyectaran combustible supersónico.
No es normal, que a estos precios de cotización internacional, un litro de gasolina 95, cueste l, 21 euros, ni tampoco uno de diesel, esté a 1.10 euros, algo está fallando en el sistema de control de precios y es necesario saber porque, ya que si los precios se disparasen por cualquier causa que ahora se escapa al entendimiento racional y se situase en 110 dólares el barril de crudo, estaríamos hablando de un precio extraordinario, por no decir que prohibitivo para hacer uso del vehículo, fuese este del tipo que fuese, ya que pasaría de los dos euros el litro.