Se llama Leilei Gao, es futbolista y nació en China hace 39 años, pero durante cinco de ellos no pudo darle ni una patada a un balón, porque estuvo lesionado. Después de jugar en su país, probó fortuna en ligas tan potentes como la de Finlandia o la de Nueva Zelanda. Entonces comenzó su aventura española, que lo llevó al Cornellá, de Segunda B, y estuvo sobre el césped 37 minutos, y al Jumilla, de la misma categoría, donde se superó y disputó 93 minutos. Acaba de fichar por la Ponferradina, cuyo presidente ha asegurado que su contratación abre grandes expectativas económicas... Malo será que algún centro gerontológico no patrocine al equipo.