Manolo de Exteriores debería preocuparse del estado de la embajada en Kabul, y Manolo de Interior de su seguridad.
Un Manolo va Bolivia a por un tesoro, y el otro dice que la embajada de Kabul era segura. Mientras, un sindicato policial afirma que: 1º.- Está fuera de la zona segura de las embajadas. 2º.- No tiene verja blindada. 3º.- El portero automático de la verja lleva meses averiado. 4º.- La embajada había sido atacada, directamente, con anterioridad. Y 5º.- Su única salida: la puerta de entrada.
¿Siendo así, uno se va, y otro se atreve a afirmar que la embajada era segura? ¡Hay que echarle huevos! Así actúa el Partido Popular hasta el final: ¡toma mentira y trágala! Quizá sea segura para ellos, que están en casita, mientras personal diplomático, y por su seguridad, agentes de Policía españoles se juegan la vida y la pierden en una ratonera en zona de terrorismo. Los Manolos menospreciaron sus vidas.