La multitud de celebraciones festivas de todo tipo en la comarca no permite dar paso al descanso para los vecinos y visitantes. La variedad de la oferta va desde los actos puramente religiosos, siempre acompañados por actividades paralelas, como ayer mismo sucedía en Ares o en Cabanas, hasta los meramente lúdicos y comerciales, como es el caso de la Feira Medieval de Ferrol, que rompió todas las expectativas sobre años precendentes en cuanto a público. A la zaga le fue la celebración aresana en una de las tradiciones más arraigadas de la localidad, basada en el milagro que supuestamente se debe a San Roque, patrón de la villa, en un tiempo en el que los viñedos eran habituales en toda la zona. Hay pues para todos los gustos y, por lo que se ve, teniendo en cuenta la gran participación, tiempo sobrado para asistir a todas las celebraciones. La comarca bulle en festejos.