La Unión Europea es un mar de dudas. Ahora le toca a la política comercial, en concreto el tratado de libre comercio con Canadá, CETA, después de años de negociación y de salvar el último escollo de Valonia. Pero no es el único tratado que negocia la UE. Está el TTIP, tratado de libre comercio con USA, al que tanto Francia como Alemania ponen en entredicho por motivos electorales. Y a su vez se negocia con Mercosur, excepto Venezuela.
Por otra parte, afronta el Brexit, perjudicial tanto para la propia UE como para el Reino Unido que creará un nuevo tipo de relaciones comerciales entre ambos, con éste bien como un miembro más de la OMC; bien dentro del Espacio Económico Europeo, como Noruega, que le permitiría seguir siendo parte del mercado interior pero obligado a aplicar la legislación comunitaria sin tener ni voz ni voto y contribuir al presupuesto comunitario; o bien como Suiza, con acuerdos bilaterales, reglas del mercado interior y aportaciones al presupuesto comunitario.
La UE corre el riesgo de quedar rezagada en un nuevo mundo donde USA y China luchan por ganar influencia global. Por un lado, los estadounidenses están implicados en aumentar influencia con dos tratados complementarios, el mencionado TTIP con la UE y el TTP con la cuenca del Pacífico. Por otro lado, China consiguió que desde el mes pasado el reminbi forme parte de los Derechos Especiales de Giro del FMI, constituyó el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB) y está ampliando su influencia en América Latina y África.
Urge que la UE encuentre su espacio y sus dirigentes deben entender que no vale negociar acuerdos a espaldas de los ciudadanos y con la sensación cierta de que las multinacionales imponen sus criterios sin respetar nuestra legislación. Vienen cambios imparables por la consabida influencia de las tecnologías de la información y la globalización en la ampliación de mercados y la creación de otros nuevos y no creo que los ciudadanos europeos estemos en contra de aumentar los flujos comerciales entre países. Lo que se reclama es transparencia, unidad de acción y visión de futuro de nuestros dirigentes.