Observen el panorama: unos no tienen quien baile con ellos. Otros prefieren sentarse mientras se cansan los otros. Y hay los que tienen el carné de baile solo para “bailar suelto”. Lo explica muy bien, en “El País”, Vallespín: “El problema político español se encuentra en cada una de las formaciones. Ahí tenemos al PSOE, que puede inmolarse detrás de grandes principios y algo parecido le pasa al PP, donde nadie se atreve a promover la salida de Rajoy, el gran lastre que tiene el partido para aspirar a una mínima regeneración política y, desde ahí, buscar acuerdos con otras formaciones…”. Nos recuerda los casos de Margaret Thatcher, Helmut Kohl… y más cerca Mas, “apartándose a un lado”.
Y es que Rajoy, y ahí están las hemerotecas, ahora está dispuesto a cambiar la ley electoral, reformar la legislación laboral y a retocar la Constitución. Lo que sea… hasta subir en globo. Trágico si no fuera patético y ridículo. Atento, por cierto, a las últimas declaraciones de Bárcenas, donde habla del dinero que viajó del PP de Galicia al peto de los mandamás de Madrid y la constancia –documentada y con testimonios sonoros,– de la corrupción del PP desde los años ochenta hasta hace cuatro días…
Y tenemos –,cuando escribo esto aún no hay otras noticias – el caso Nóos (es de Vos y familia ¿eh?), donde cuenta una de las partes contratadas que en las más altas instancias se sabía todo y se colaboraba…
Y aquí, ¿qué…? Nos dicen que la culpa del vendaval es de México, donde nace un río atmosférico responsable de la lluvia y el viento. Aquí, a este lado del telón de grelos, sufrimos sobre todo por los más de cien mil parados sin prestación alguna. Por estar en el furgón de cola en creación de empleo. Por ser campeones en precariedad laboral y en los salarios, que andamos por debajo de la media del país.
Nos dicen que en la Cocina Económica aumentan a diario el número de asistentes. Sabemos que crece el número de ciudadanos que padecen pobreza energética; que las listas de esperan “medran” pese a la propaganda oficial, pues la realidad es el “tijeretazo” entre los profesionales de la salud…
Por cierto, ¿cuánto se recauda con el céntimo sanitario? ¿Dónde están las cuentas? ¡Ya está bien de cuentos!
Vuelvo al principio: ¿Cómo salimos de esto? Y les doy, gratis, la respuesta que me dio a mi Javi… “se sale… por la frontera. Jolines”…