Concellos democráticos

Hay frases que quedan grabadas en la memoria para siempre. Me sucede con una dicha por mi tío Alfonso hace más de cuarenta años a propósito de la ilusión democrática, cuando nos acercábamos al final de la dictadura franquista, poco después de nacer mi hermana. Nada mejor para completar el alumbramiento familiar que la eclosión de la democracia para que viviera en un mundo mejor de aquel que estábamos dejando atrás, venía a decir. El tiempo le dio la razón.

Este martes, se conmemoró en el Salón de Plenos del Concello de Ferrol el 40 aniversario de la constitución de las primeras corporaciones municipales democráticas en España y luego de escuchar a nuestros primeros munícipes hablar de lo que trabajaron para poner en marcha las nuevas instituciones, las dificultades que tuvieron que sortear y cómo lo hicieron, nos pone en antecedentes del empeño de tantos hombres y mujeres para lograr llegar a ser la sociedad democrática en que, afortunadamente, nos transformamos. Los jóvenes de aquella nos dieron una lección de consenso político y sentido común, que bien le vendría observar a la actual generación de políticos.

A semejanza de la II República Española, el municipalismo fue el punto de partida para empezar a constituir un sistema democrático en nuestro país, ahora consolidado internacionalmente.

El Estado Autonómico y la autonomía municipal son dos sólidas patas sobre las que se apoya la vertebración territorial, social y económica de la España moderna, y ahora que estamos en un tiempo de desencuentros que pone en peligro la convivencia a causa de la crisis económica, primero, y del affaire catalán, después, quizás sea bueno echar la vista atrás para tomar nota de cómo acordar entre todos poner al día la arquitectura institucional para garantizar otros cuarenta años de entendimiento. 

Este martes, fue todo un honor recibir de manos de mi apreciado Xaime Bello una placa conmemorativa que acredita formar parte de la nómina de vecinos integrantes de las corporaciones municipales encabezadas por el propio Xaime y, en otras etapas, por Jaime Quintanilla, Alfonso Couce, Manolo Couce, Mario Villaamil, Juan Blanco, Juan Juncal, Vicente Irisarri, José Manuel Rey, Jorge Suárez y mis admirados Fernando Miramontes y Sari Alabau. Con mayor o menor acierto, todos ayudaron a modelar la democracia que disfrutamos.   

ramonveloso@ramonveloso.com

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