Vázquez Taín, juez a tiempo completo y escritor en las horas libres, alcanzó su máxima cota de popularidad con aquel interrogatorio que lo aupó a los altares xacobeos en el que se pasó siete pueblos con el electricista bibliófilo, el chispas de la catedral de Santiago que decidió que el códice Calixtino estaba mejor en su casa. El asunto le dio para escribir una novela en la que hubo quien vio un corta y pega del sumario. Ahora anuncia nuevo libro, que versará sobre la Ruta Jacobea. Que se preparen los hospitaleros, que a lo mejor alguno aún recibe una citación para que su declaración permita acabar ese capítulo cuya redacción siempre se resiste.