Suturas sin puntadas

Dicen los enterados de estas cosas, que Juan Carlos de Borbón va por su decimoséptima operación. Se refieren a las quirúrgicas, porque hay otras operaciones que no incluyen. Me refiero a esas que algunos llaman cabos sueltos de la fortuna de los Borbones. Asuntos como la herencia de su padre en una cuenta en Suiza, una comisión de ochenta millones de euros por la construcción del AVE a la Maca –según Corinna–  obra  que se efectuó por la amistad de Juan Carlos con el Rey Báhame la Haula Haume de Arabia Saudí, amiguitos del alma,  y algunas otra cosillas que trataron Corinna y Juan Carlos, cuando éste fue a cazar elefantes o conejos a Botswana, y se chascó una cadera al caerse por una escalera o, (hay versiones), de la cama Quizá no hayan olvidado aquella otra cosa de las torres Kio, con intermediación del “ejemplar empresario” Javier de La Rosa, que acabó en prisión por el asunto. Y es que hay muchas operaciones efectuadas sobre, y por, el Rey Juan Carlos. Unas dejaron cicatrices, otras  rastro visibles, y es posible que de otras nunca se sepa un carajo. Las huellas de operaciones quirúrgicas se pueden borrar con cirugía estética, y las otras con ingeniería financiera, que  cosen sin puntadas.

Suturas sin puntadas

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