Casi con la misma celeridad con la que David María Sassoli, presidente del Parlamento europeo, reconoció la condición de eurodiputado a Oriol Junqueras, a pesar de encontrarse en prisión cumpliendo una condena, , Bruselas ha rectificado y el líder de ERC ya no es eurodiputado. Está claro que Sassoli no midió las consecuencias de su decisión que, de facto, convertía al Parlamento europeo en un refugio de delincuentes. Esta decisión supone un duro varapalo para los intereses de los secesionistas y abre una puerta a la esperanza de que Puigdemont y Comín puedan seguir el mismo camino, aunque, en este caso, tras la petición del suplicatorio por parte de los jueces españoles, el proceso se podría prolongar al menos dos o tres meses. Por ahora solo el PP y Ciudadanos se han congratulado de esta decisión. Queda por saber cómo reaccionarán los socialistas, que están en el brete de no tener que enfadar demasiado a sus nuevos aliados de ERC. Tendrán que hace muchos equilibrios.