La Xunta ha decidido que las escuelas infantiles serán gratuitas a partir del segundo hijo para todos los gallegos. Se supone que con esta medida, el Gobierno gallego pretende que la Galicia vaciada se llene un poquito más, ante la perspectiva de los progenitores de ahorrarse unos euros en la matrícula de sus retoños. Sin embargo, habría que pedirle a Feijóo, que además seguro que es sensible con este problema como padre que es, que se estire un poco más si de verdad quiere que la población gallega repunte. Aunque se calcula que 12.000 familias se pueden beneficiar de esta medida, mientras los potitos y los pañales sigan al precio que van, me parece que ni por esas van a conseguir que aumente el padrón.