EL Ayuntamiento de A Coruña presume de que no paga a las compañías aéreas por volar a Alvedro. Bueno, en realidad síque le paga (que se sepa) a una, y además no lo oculta. Por algún extraño motivo, Vueling ha sido capaz de tocar la vena sensible del concello y los mareantes ni pestañean a la hora de patrocinar sus enlaces. Y, lo más curioso de todo esto, es que es precisamente esa compañía la que tiene un comportamiento más patético con los pobres viajeros que eligen el aeródromo coruñés. Su ultima hazaña ha sido dejar tirados a más de 350 de ellos a cuenta de la suspensión de dos vuelos, uno de Londres a A Coruña y otro al reves. Y lo peor es que quienes estaban en Heathrow no pudieron ni reclamar. El personal de Vueling ni estaba, ni se le esperaba. Eso sí, el talón de la ayuda municipal ya lo tienen ingresado en su cuenta y sin que ningún responsable político, cuando menos, les afee la conducta.