JOSÉ Blanco, el político que en Galicia hizo carrera como Blanquito y en Madrid como Pepiño, ha vuelto a demostrar que su afición a tomar café en los bares de las gasolineras es la mejor manera para mantener la mente ágil. Mientras su compañeros del PSdeG aún pensaban cómo celebrar la victoria sobre Pedro “La Sonrisa” Sánchez, él estaba argallando la manera de meter la mano en la gestora y ¡zas! la metió. Ricardo Cortés, diputado por Cantabria y uno de sus más estrechos colaboradores durante su etapa como secretario de Organización del partido, ya está colocado en el equipo de Javier Fernández. Una faena de figura del toreo, otras de las grandes aficiones de Blanco.