Desde que Felipe González decretó que el socialismo renunciara al marxismo, socialistas como él y los que le siguieron, no han dejado de jodernos. El socialismo pasó a social democracia –un socialismo dederechas– capaz de engañar a tirios, troyanos, y tontainas. Tras avenirse a pactar una reforma constitucional con el PP, fuera del Parlamento, debió encantarles ese “sistema democrático de cojones”, pues ahora, un gestor que no es diputado ni secretario general de su partido, pactó con el PP la subida del SMI (8%) fuera del Parlamento; e igual será con el 0,25% de las pensiones de jubilación. Dos ejemplos de robo parlamentario en asuntos que conciernen a millones de ciudadanos no socialistas. Y es que, eso de “converger con Europa” debe de ser para el socialismo español una puta utopía. Tal vez por eso no es extraño que al Partido Socialista Exobrero Español, además de sedes, le salgan franquicias, sucursales, y quioscos.