un premio de 4,72 millones de euros es como para que a cualquiera le aparezca en los ojos el símbolo del dólar, estilo dibujo animado. Y más si, de ser cierta la versión del protagonista de la historia, te encuentras el boleto de Primitiva agraciado con semejante cantidad solo y abandonado, esperando por unas manos que lo acojan y lo cobren. Lo malo es ser el propietario de una administración, hermano del delegado de Loterías en la provincia, y contar que lo has encontrado en el suelo de tu local. Porque, como poco, da para sospechar. Tanto, que la juez encargada del caso no solo investiga a estos dos hombres, sino a cuatro directivos de Loterías del Estado, todos ellos como presuntos participantes en una estafa. Una cosa es dedicarse a los juegos de azar y otra, jugar con trampas.