CUANDO uno se hace preguntas trascendentes y es incapaz de contestarlas recurre a un cura, a una psicoanalista argentina, a un gurú de la India... incluso a una echadora de cartas. Pero cuestiones que ni a la tarotista se le pueden plantear. Por ejemplo: ¿para qué han venido las Kardashian en el mundo? Las demás sigue sin saberse, pero Kim al menos ha valido para que Donald Trump dejase en libertad a una mujer que lleva 22 años encarcelada. Vamos, que es Concepción Arenal en versión 3.0. Seguro que si la petición se la hubiese hecho la de verdad, al presidente de EEUU le hubiese costado un poco más aceptarla.