Asomaba unha raiola y los optimistas proclamaban felices: “Llega el buen tiempo”. Y era verdad, porque las fruterías empezaban a vender pimientos de Padrón, los hosteleros servían litros de café con hielo, los escaparates se llenaban de maniquíes en bikini y los niños iban calzados con sandalias cangrejeras a todas partes. Los coruñeses tensaban los músculos, pues saben que el verano dura un día, a lo sumo dos, y tienen que estar preparados para aprovecharlo. En otros lugares, en cambio, es más largo, tanto que a Ana Obregón hasta le daba tiempo de fotografiarse en la orilla del mar. Pero aquí, allá y acullá sonaba la canción con la que Georgie Dann se había propuesto triunfar –y triunfaba– ese verano. Ahora Leticia Sabater quiere ocupar su puesto y ha lanzado “18 centímetros papi”. Cualquier tiempo pasado fue mejor, qué duda cabe.