La gran señora de la prensa

Pocos sitios se me ocurren ahora mismo más llenos de mujeres que la redacción de un periódico. Lo habitual es que en una rueda de prensa haya un hombre, normalmente representante político o institucional, rodeado de un montón de mujeres que le escuchan, no por su belleza, sino porque es su trabajo. Pero la abrumadora presencia femenina en los periódicos no era tan normal en los años veinte.
En esa época empieza a trabajar en “La Vanguardia” María Luz Morales Godoy. La periodista, que por aquel entonces dirigía la revista El hogar y la moda, mucho más adecuada para las labores propias de su sexo, era la única mujer de toda la redacción. Firmaba su sección cinematográfica con un seudónimo masculino, Felipe Centeno. A la Paramount le encantaban las crónicas de aquel tipo. Tanto, que quisieron contratarlo como asesor en España… Fue toda una sorpresa descubrir que en sus pantalones vivía una mujer guapa, cultísima y elegante, aunque la ficharon igualmente. Pero los locos años veinte terminaron y llegó la guerra.
Tras exilios y represalias, el comité de obreros de “La Vanguardia” decidió poner al frente a María Luz Morales, que se convertía así en 1936 en la primera mujer que dirigía un periódico en España. Fue un acto de lealtad con su diario, aunque la periodista pagaría con una temporada encarcelada en un convento, una de las épocas más tristes de su vida y de las que nunca hablaba, y con la retirada del carné de prensa. Siguió siendo periodista, con un seudónimo, también masculino, Jorge Marineda, que delata su origen coruñés, y traduciendo libros infantiles. Nunca paró de escribir; su último artículo fue publicado pocos días antes de su muerte, a los 91 años.
María Luz, seguramente sin saberlo, marcó el camino para otras muchas que vendrían detrás, todas ellas pioneras y precursoras de las redacciones llenas de mujeres que, también sin saberlo, les deben –debemos– que gran parte del camino ya estuviera desbrozado. Es el caso de otras coruñesas ilustres, como María Luisa Durán Marquina u Olga Cristina Viaño, primera mujer que dirigió un periódico en Galicia, precisamente El Ideal Gallego.
Su marido y compañero en el periodismo, Ángel Padín, reclamaba en “La Hoja del Lunes” con motivo de la muerte de María Luz Morales, en septiembre de 1980, la necesidad de que A Coruña tuviera con ella el reconocimiento que merecía. Tras la petición de la Asociación de la Prensa, la gran señora de la prensa, como la denominó Óscar Losada en su documental biográfico, ya tiene su calle. Solo hemos tardado 34 años.

La gran señora de la prensa

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