Un acierto pleno en el diseño de la plantilla

Santillana y Pandiani, uno en bueno y otro en regular, tenían en común su capacidad para golpear con la cabeza casi todos los balones que pasaban por sus cercanías. De Longo y Christian Santos, uno en malo y otro en malísimo –va a gusto del consumidor cuál es cada uno– se suponía que tenían capacidad para golpear con la cabeza alguno de los balones que pasasen por sus cercanías, pero el problema es que por allí no pasa ni un solo balón. Los extremos del Deportivo –¿tiene extremos el Deportivo?–, mejor dicho quienes juegan de extremos en el Deportivo no les envían una pelota en condiciones; los interiores, de esos es preferible ni hablar, porque no figuran en el catálogo de existencias; los laterales bastante tienen con llegar arriba sin estorbar mucho como para exigirles que sepan centrar. Gran acierto, pues, de quien diseñó la plantilla blanquiazul. Eso sí, a quien hay que poner en la calle es a quien no le queda más remedio que apencar con ese engendro de grupo para formar el equipo.

Un acierto pleno en el diseño de la plantilla

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