CUANDO Negreira ganó las elecciones en 2015 y Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, fue nombrado alcalde, se corrió por A Coruña la especie de que era gafe. Y algo de cierto debía de haber, porque allá por donde iba acontecía algún suceso imprevisto y bastante desagradable. Parecía que el runrún había perdido fuerza, pero qué va. El regidor ha puesto todas sus complacencias en la futura fachada marítima y el proyecto es un desastre. Constituir el jurado supuso toda una proeza; la primera sesión fue escenario de continuos desencuentros por el rechazo a varios proyectos, y en la segunda fue excluido otro más, con lo que quedan ya ocho. ¡Qué pena no vivir tierra adentro! Cuántos sinsabores se hubiese ahorrado la Marea, nasía pa’ganá, aunque, claro, su denominación sería diferente y puede que hasta ni hubiese nacido pa’ganá