Carlos Gardel cantaba, a poco de iniciarse el Siglo XX éste exitoso tango cuya letra reflejaba bien a las claras el camino emprendido por la humanidad en la centuria pasada. Da lo mismo el que trabaja o el que roba, lo mismo un burro que un gran profesor decía la canción, y parece que el siglo XXI va por el mismo camino. Los gobiernos engañan a los ciudadanos que les votan, los bancos engañan a sus clientes que siguen confiando en los mismos bancos que los engañaron. Los que más estudian y se preparan ven como los más espabilados chorizos les pasan por delante con el aplauso general. Se estafa con la necesidad, con la salud, con la infancia. Poco hemos cambiado y no parece que vayamos a hacerlo porque las conciencias están cada vez más adormecidas. En cualquier caso, en el umbral de un nuevo año, la esèranza obliga a confiar en que entre todos enderecemos el rumbo y construyamos una sociedad mejor para todos. Feliz Año Nuevo.