uno veía a José Ramón “O Garañón” Gómez Besteiro y se imaginaba que tenía ante sí a un feirante, que de un momento a otro va sacar del bolsillo un rollo de billetes sujetos con una goma. Después, frente a unas tazas de ribeiro y una ración de pulpo, te acaba convenciendo para que le vendas dúas cuxas por la mitad de lo que pensabas sacar por ellas y que el colocará a la semana siguiente por el cuádruple. Cuánto mejor le hubiese sido al PSdeG que ejerciese de chalán y no de político. Dejó el partido destrozado –también es verdad que lo heredó en malas condiciones–, pero no hay manera de que se recupere. Sus grupies siguen tocando las narices y aún ahora han impedido que haya un candidato de consenso para liderar el PSOE lucense. ¡Qué gran tratante de ganado se perdió!