Don Pablo, el entrañable alcalde de Villar del Río en “Bienvenido Míster Marshall” interpretado magistralmente por Pepe Isbert, se dirigía a los vecinos con las palabras seguramente más conocidas y citadas del cine español: “Que yo, como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar”.
Es oportuno recordar aquella escena del filme de Berlanga, que era una crítica social tan dura como inteligente en la época férrea de la dictadura, porque a los españoles de hoy, como a los vecinos de Villar del Río de entonces, se nos debe una explicación sobre el papel que representaron el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores en la salida a Bolsa de Bankia y, por extensión, en el tsunami que arrasó con la mitad del sistema financiero.
Contamos con dos premisas en esta cuestión. La primera, que el Banco de España quiere aclarar ahora su papel en la crisis financiera. “Ha llegado el momento de ofrecer una visión de conjunto de cuál fue la actuación del Banco de España durante el periodo 2008-2012”, decía el actual gobernador en un artículo en un diario nacional. Nunca es tarde si la dicha es buena, reza un viejo dicho, aunque el “cierre de filas” de la institución con los investigados por la justicia no va en esa línea de transparencia.
La segunda premisa la aporta la Audiencia Nacional que ordena al juez Andreu que cite a declarar como investigados al exgobernador del Banco emisor, Miguel Ángel. Fernández Ordoñez, y al expresidente de la CNMV, Julio Segura, que eran quienes tenían competencias cuando Bankia salió a Bolsa. Hay que decir que este juez había rechazado en dos ocasiones la imputación de las cúpulas de ambos organismos.
De estas dos premisas de partida tiene que brotar una conclusión de llegada: la verdad. Que los españoles conozcamos toda la verdad del caso Bankia, el cómo y por qué de la quiebra de esta entidad que nos costó en torno a 22.400 millones de euros.
Las informaciones que se escribieron en los últimos días sobre la crisis financiera, con especial incidencia en Bankia, aportaron algo de luz en comentarios y análisis valiosos para formar un juicio sobre el ejercicio de las responsabilidades de cada uno de los actores. Nada que añadir. Esta modesta columna se limitará a recordar el próximo miércoles algunos datos que creemos relevantes para profundizar en este episodio que cambió el rumbo del sistema financiero español.