MIKE Tyson llenaba el Madison Square Garden y el público enloquecía con los puñetazos que le arreaba a sus rivales. No solían ser muchos, pero sí demoledores, pues en unos pocos minutos los tumbaba en la lona. La xente do común no es tan violenta. De hecho, el exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares asegura que si algo detestan los ciudadanos es ver a los suyos –¡que manía con ser mesías!– enfrentados públicamente. Y no lo dijo refiriéndose precisamente a la rapazada da FPG, donde Méndez Ferrín, santón jurásico del nacionalismo de la nazón de Breogán, tiene una cuadra de boxeadores que ya ha protagonizado exhibiciones en algún cumio mareante. El voceiro se refería lógicamente a los zascandiles apadrinados por Martiño “2.0” Noriega que están empeñados en que estoupe la dirección de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, para ponerse ellos –no los zascandiles ¡eh!, sino el alcalde de Santiago y sus íntimos– a los mandos. Puede estar seguro de que ninguno de ellos llamará al teléfono de aludidos. FOTO: villares prefiere las palmas a los puñetazos | aec