Patriotas de pacotilla

Clamamos por trabajo para el naval, exigimos a los gobiernos soluciones, se las exigimos a Europa, pedimos inversiones públicas en infraestructuras que aportarían enormes ventajas a nuestra competitividad, y demasiadas veces desenfocamos un aspecto esencial: el enemigo está en casa. Sí, resulta que navieras importantes de este país, incluso gallegas, encargan sus barcos a astilleros chinos antes de hacerlo a los de aquí, y se trata de empresas que a menudo contratan con el sector público y se benefician de él. Pero a la hora de la verdad la cuenta de resultados manda y por encima del sufrimiento de los trabajadores del naval gallego y español y de la precaria situación económica de los astilleros, y por encima de la indiscutible calidad del producto nacional, se impone la competitividad salvaje basada en la inexistencia de derechos sociales en países con escasa o nula calidad democrática. Lo mismo ocurre en el textil y otros sectores. Grandes empresarios, patriotas de pacotilla.

 

Patriotas de pacotilla

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