POR si había pocos problemas con la basura, ya ha surgido uno más: la empresa que se encarga de la recogida presta el servicio sin contrato desde el pasado martes. Rosa Gallego, la María Pita de Hierro, que fue quien denunció la situación –¡lo locuaces que son los mareantes para desvelar algunos secretos y el sigilo con el que llevan asuntos que deberían ser de dominico público!–, auguró que semejante despropósito se mantendrá durante al menos dos años, que es el tiempo que llevará cumplir los trámites necesarios para regularizar una nueva concesión. O sea, que nos plantaremos en 2019, el año en el que se celebrarán las elecciones municipales. Pero pensando a más corto plazo, que haya caducado el contrato de la basura y la concejala de Medio Ambiente, María García, biotopo pata negra, siga tan tranquila viene a confirmar que sabrá mucho de herbicidas naturales, pero de gestionar su departamento no tiene ni idea, porque el mantenimiento de los jardines ya opera también en precario desde hace más de un año y medio... y ella, a fin de mes, no es que cobre precisamente como si estuviese sujeta a un contrato basura.