El pasado y el futuro mareante
LA semana que empezó ayer exige tener un buen juego de cuello –como el poderoso giro de cintura de He-Man–, pues no se sabe si conviene mirar hacia adelante o hacia atrás. Por el futuro asoma el pleno de los presupuestos, en el que o mucho cambia la situación o la Marea, nasía pa’ganá, va a hacer de nuevo el ridículo y también se puede entrever la “inminente” apertura –es decir, el inminente aplazamiento– del túnel de O Parrote; quedan solo tres días para que acabe el mes, así que habrá que esperar, como mínimo hasta abril para que lo coches circulen por el paso subterráneo, con lo que otra vez la xente do común incumplirá un compromiso. Esa falta de fidelidad a la palabra es precisamente la que obliga a girar el cuello y dirigir la vista hacia el pasado. Ante los ojos surge entonces la figura de la psicomotriz Claudia Delso, concejala de Participación e Innovación Democrática –¡toma ya!–, quien estaba obligada, de acuerdo con el programa electoral, a activar el Consello Social en los cien primeros días de gobierno y por ahora nada de nada, pese a que ya van más de 250. O tiene dificultades para sumar –que es posible– o para no contrariar a su jefe, Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, se ha afiliado al club de vagos.
La construcción intenta levantar cabeza tras la crisis
SI hay un sector que ha sufrido la crisis económica con mayor crudeza ha sido el de la construcción. Aquella burbuja inmobiliaria de la que todos hablaban y que, pese a ello, terminó por reventarnos en las narices se llevó por delante alrededor de 37.000 empleos en Galicia desde 2010. Aun así, en la actualidad son casi 74.000 las personas que están ocupadas en el sector. De igual modo, la asociación provincial cuenta con unas 150 empresas asociadas, la mitad de las trescientas que la conformaban cuando los vientos eran más favorables. Incluso así, según su presidente, Diego Vázquez, las perspectivas no son malas, sobre todo si las administraciones comienzan a invertir en mantenimiento y rehabilitación de las infraestructuras ya construidas. De este modo, se garantizaría la pervivencia de un sector que, por sus niveles de empleo, es básico para la economía.
La construcción intenta levantar cabeza tras la crisis
SI hay un sector que ha sufrido la crisis económica con mayor crudeza ha sido el de la construcción. Aquella burbuja inmobiliaria de la que todos hablaban y que, pese a ello, terminó por reventarnos en las narices se llevó por delante alrededor de 37.000 empleos en Galicia desde 2010. Aun así, en la actualidad son casi 74.000 las personas que están ocupadas en el sector. De igual modo, la asociación provincial cuenta con unas 150 empresas asociadas, la mitad de las trescientas que la conformaban cuando los vientos eran más favorables. Incluso así, según su presidente, Diego Vázquez, las perspectivas no son malas, sobre todo si las administraciones comienzan a invertir en mantenimiento y rehabilitación de las infraestructuras ya construidas. De este modo, se garantizaría la pervivencia de un sector que, por sus niveles de empleo, es básico para la economía.
La cerdada de la pureza racial
LA expresión “pureza de raza” da un poco de miedo, pues instintivamente se piensa en los nazis. Pero en este caso se trata de otro tipo de cerdos, los de Guijuelo, mejor dicho de unos cochinos –más de 1.400 lechones– a los que se intentó hacer pasar por auténticos ejemplares de Guijuelo y cuya procedencia era desconocida. El responsable de la estafa fue detenido por la Guardia Civil en una operación que reafirma la condición de pata negra del Cuerpo.
El rápido aprendizaje del camarada general
JOSÉ Julio Rodríguez, en quien Carme Chacón puso todas sus complacencias y lo nombró jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), no deja de radicalizarse desde que fichó por Podemos. Asimila tan rápido las ideas de la progresía –como es lógico, simples a más no poder– que el morado ya se le queda como un color para aprendices; lo suyo es ya el rojo rojísimo, tipo bandera de la URSS. De hecho ya es de los que se han apuntado a la teoría de que EEUU financió a Estado Islámico. Cada día tiene más difícil que lo inviten a pronunciar una conferencia en West Point.
Amancio Ortega recibe un regalo de cumpleaños sorpresa de sus trabajadores
AMANCIO Ortega celebró su ochenta cumpleaños como si de un día más se tratara. Sin salirse de su rutina, acudió a trabajar a la planta que la multinacional coruñesa tiene en Sabón. Dicen quienes lo conocen que no se esperaba el recibimiento que le tenían preparado. Todos los trabajadores de la factoría, que desde luego no son pocos, lo recibieron con un aplauso. Ajeno a las listas que lo sitúan entre los hombres más ricos del mundo, el fundador de Inditex tiene muy claro que detrás de lo que algunos definen como un milagro solo hay trabajo y esfuerzo.
Las vallas soliviantan a los vecinos de Ferrol Vello
HARTOS, por lo que se ve, están los vecinos de Ferrol Vello. Aunque sin autoría conocida, las vallas colocadas por el Concello para impedir el tránsito de vehículos y personas en dos de sus principales calles dado el peligro de derrumbe o caída de cascotes que existe en muchos edificios están ya arrinconadas, de modo que transeúntes y coches vuelven a pasar por ellas. Tras dos meses de espera, piden ahora al alcalde, Jorge Suárez, una nueva reunión para que aclare cuándo y cómo se procederá a solventar la situación. Y es que si esperamos por las ayudas comunitarias para la rehabilitación del barrio, aviados vamos, dirá un vecindario que ha visto como ninguna administración local ha puesto, hasta ahora, remedio a tanto olvido...
Los regalos del imperio
FIDEL Castro se le pone bravo a Barak Obama. Es cierto que el octogenario revolucionario esperó a que el presidente de Estados Unidos y su Air Force One estuvieran ya de regreso en Washington para asegurar que Cuba no necesita regalos del “imperio”, al tiempo que aseguraba que su compromiso es con “la paz y la fraternidad de todos los seres humanos”. Un punto hipócrita sí le quedó el mensaje al dictador hermano de dictador que se dedica a encarcelar a todo aquel que pone en duda que la élite del partido vive de maravilla en una isla en la que la población está sometida a un férreo control. El único consuelo que queda es que, tras la entrada del rock’n’roll de la mano de los Rolling Stones, el fin del pensamiento único está un poco más cerca.