El PP toma la justicia

Para ser justo, el titular de “El País” del domingo era “El PP toma las tres colinas de la justicia” y explicaba “el nombramiento de Espejel al frente de la sala penal de la Audiencia Nacional culmina la conquista conservadora” Y es que, desolados conciudadanos, las sentencias las revisará un juez censurado. Mi titular es un grito desde este balcón, más claro e igualmente justo: El PP toma la justicia: la democracia esta en la UCI. Vamos con los detalles y recordemos al que dijo un día hace años “esto de la justicia era un cachondeo”.
Ah, por cierto. Fue condenado. Anden ustedes, queridos amigos, con mucho cuidado… Pero vamos con la crónica de este asalto que nos lleva a un grado de depredación increíble. Al asunto: la campaña se inicia con un ministro de justicia (minúsculas, please), un fiscal general y el fiscal general anticorrupción reprobados por la mayoría de la cámara que aun representa a la ciudadanía. Y nos llega el segundo capítulo con dos nuevos nombramientos: Enrique López y Concepción Espejel, Conchita para Dolores de Cospedal, concediéndole a la primera, como presidenta, la dirección de todos los asuntos. Es, como censuró en la SER una aguda periodista la confirmación de que “los órganos judiciales están colonizados por personas que tienen vinculación directa con el PP, partido acusado, en sede judicial, de ser una organización criminal”.
Conviene recordar que Conchita y López habían sido apartados de casos sensibles como Gürtel por su relación con el partido que dirige, al igual que el Gobierno, Mariano Rajoy. Este, a través de portavoces del partido, dicen que el voto de la señora Espejel es innegociable. La Asociación de Jueces Progresistas asegura que el Gobierno “quiere controlar el Poder Judicial” y el portavoz de Jueces para la Democracia afirmó que el nombramiento de Espejel es demoledor y que, con ello, el Gobierno reconoce preferir a personas por su afinidad política que por su dedicación en exclusiva al ejercicio de la función jurisdiccional.
La conclusión de todo esto es, igualmente, demoledora; un ministro y dos altos cargos de la fiscalía, junto con los nuevos nombramientos, no responden, según encuesta entre la ciudadanía, “a las garantías de competencia, rigor e independencia”. Mejor es que no conozcan lo que opinan, desde los Pirineos para arriba, los grandes medios de comunicación y sus consecuencias sobre la tan aireada marca España. El final se “ve” desde el balcón: el PP asalta la justicia.

El PP toma la justicia

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