En aquellos años de oro de la economía española, justo cuando el número de parados rondaba el millón de personas, se hablaba de que esa cifra era estructural y que, para España, suponía prácticamente el pleno empleo. Ahora mismo, la situación del mercado laboral dista mucho de ser aquella y el número de personas sin ocupación se sitúa en el entorno de los tres millones y, sin embargo, sigue habiendo determinados sectores en los que resulta imposible encontrar un trabajador. Uno de ellos es el de la hostelería, los profesionales aseguran que, por mucho que lo intenten, no logran cubrir las plazas que tienen vacantes para la temporada de verano. Esto ya lo dijeron los hosteleros coruñeses y, ahora, se suman los de Ferrol. A lo peor es que, como sucedió en la España del pelotazo, el paro éndemico del país se ha quedado fijado en los tres millones de personas que, aunque puedan, no quieren trabajar. Aunque esto resulte muy difícil de creer.