PELIGROSO está resultando el precedente sentado por la decisión de las magistradas de Palma de dejar en suspenso el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarín, quien, incluso, aguarda en Suiza el momento de que la sentencia se haga firme. Y resulta peligroso porque, evidentemente, está sirviendo para que otros ilustres condenados en primera instancia, como Miguel Blesa o Rodrigo Rato, se estén librando, al menos por el momento, de ingresar en la ya larga nómina de famosos carcelarios. Eso sí, como siempre hay quien es capaz de sacar el lado positivo de las noticias, son multitud los que, con la prudencia extrema que están mostrando sus señorías, se garantiza que el estado no tenga que pagar una indemnización si hay una sorpresiva exculpación “in extremis”.