PEPE Mel parece tranquilo. En la banda grita, gesticula y da algún chimpo, pero tampoco en plan saltimbanqui del circo. En la sala de prensa tampoco pierde las formas; incluso por ahora nunca le ha echado la culpa al empedrado, pero con los jugadores debe de ser otra cosa. Ayer, sin ir más lejos, los puso a parir ante los periodistas; sin alterarse, sin levantar la voz, pero dejando claro que hay que correr y meter el pie. Más o menos por lo mismo a Víctor Sánchez del Amo le hicieron la cama algunos futbolistas; a Mel ya no hay tiempo de hacérsela para esta temporada, así que para la próxima habrá que hacer un poco de limpieza. FOTO: pepe mel | aig